Un oficial de cumplimiento debe comprender las leyes, los reglamentos y la documentación compleja para garantizar el cumplimiento de la regulación vigente en su organización. Algunas de las tareas que desarrolla a diario el oficial de cumplimiento se asimilan a las de un auditor interno, con el importante objetivo de garantizar que su organización cumpla con las leyes y la ética dentro de su industria.
Para llegar a ser oficial de cumplimiento, un profesional debe reunir habilidades indispensables, como la capacidad de análisis, excelente comunicación, conocimiento de la industria en la que trabaja, capacidad para liderar equipos de trabajo, pensamiento crítico y, sobre todo, pensar siempre en los riesgos y en la forma de prevenirlos y eliminarlos.