El sector sanitario tiene un aliado en su gestión ambiental en la norma ISO 14001.
Uno de los principales problemas ambientales a los que se enfrentan las organizaciones del sector sanitario es el de la gestión de los residuos generados, tanto por la cantidad como por la peligrosidad de los mismos.
Los residuos sanitarios son todos aquellos desechos generados de la manipulación de materiales que se emplean en la actividad sanitaria. La tipología de estos materiales puede ser muy variada: desde los residuos de carácter radiactivo procedentes de la instrumentación, a restos y materiales biológicos o compuestos químicos procedentes de medicamentos.
Aunque las cantidades de estos residuos no son tan elevadas como la de otros sectores, lo que hace que las organizaciones sanitarias se preocupen por su gestión es el potencial biocontaminante. Para evitar que los riesgos asociados a un manejo inadecuado de estos residuos se materialice, el sector sanitario puede poner en marcha una serie de acciones específicas que ayudan a la recogida de los mismos como:
- Que los recipientes y contenedores en los que se recogen son opacos a la vista y resistentes a la rotura.
- Que se evite la existencia de elementos sólidos, punzantes o cortantes.
También existen otros compuestos utilizados en este sector para los que hay que realizar una gestión específica como son aquellos relacionados con la limpieza de las instalaciones y aparatos empleados. Estos compuestos suelen tener en su composición química una abundante cantidad de sustancias con características oxidantes.
Para este tipo de sustancias, la política general que se usa es la de prevención y conservación adecuada para reducir y evitar la materialización de accidentes con consecuencias para las instalaciones o para las personas.
Ante esta perspectiva y para aportar las soluciones que progresivamente atajen estos problemas, el sector sanitario puede implantar un Sistema de Gestión Ambiental basado en la norma de carácter internacional ISO14001.
Con ello la organización sanitaria se beneficia de:
- Contar con las mejores tecnologías disponibles y las menos contaminantes.
- Mejorar de forma continua en la gestión ambiental de la organización.
- Prevenir cualquier tipo de accidente y minimizar el impacto de la materialización de los riesgos ambientales asociados a su actividad.
- Contar con un personal concienciado, formado y perfectamente cualificado para el desempeño de sus actuaciones ambientales.
- Realizar un control de su desempeño ambiental mediante la definición y medición de indicadores.
- Cumplir con todos los requisitos legales de tipo ambiental que le sean de aplicación.
Con todo ello, las organizaciones del sector sanitario tienen un aliado en la norma ISO-14001 para su adecuada gestión ambiental.