Un certificado ISO es, sin duda, un factor diferencial que genera competitividad y liderazgo para una empresa. Obtener una certificación para un sistema de gestión ISO equivale a poner un potente motor en el vehículo que conduce al desarrollo de la organización.




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Obtener un certificado ISO para un sistema de calidad, de gestión ambiental o de seguridad y salud en el trabajo, por mencionar solo algunos de los más implementados, deja de ser una elección para convertirse en una decisión estratégica.

El certificado ISO genera desarrollo sostenible y constante para cualquier organización. Una primera razón es el cumplimiento del requisito que obliga a trabajar para obtener mejora continua, presente en todas las normas ISO. Pero existen otras razones para esforzarse por obtener la certificación y así impulsar el desarrollo de las empresas en este nuevo año.

Cómo promueve el desarrollo de una empresa un certificado ISO

Las empresas que certifican sus sistemas de gestión ISO, alcanzando la conformidad con los requisitos de cada norma, se diferencian de sus competidores en la misma industria. Esto las lleva a asumir el liderazgo en su sector. Es otro argumento para obtener la certificación. Pero, ¿cómo puede un certificado ISO promover el desarrollo de una empresa?

1. Aporta credibilidad a la marca

En un mundo corporativo muy competitivo, las empresas buscan hacer negocios con aquellas otras que cuidan el planeta, que entregan productos que satisfacen las expectativas de sus clientes, que se preocupan por la integridad de los datos y que trabajan por la seguridad de sus empleados. El certificado ISO hace que la organización que lo posee no tenga que demostrar su esfuerzo en el cumplimiento de requisitos éticos, medioambientales o de calidad.

Así, todos los interesados en la calidad o en la seguridad de la información, por ejemplo, pueden estar seguros de que la empresa cumple porque ha sido certificada por ISO. Esto significa que los clientes, los proveedores, los empleados, los consumidores, los reguladores, el gobierno y las personas de la comunidad pueden creer en la marca y en la empresa a la que identifica.

2. Garantiza el cumplimiento legal y regulatorio

En la estructura de Alto Nivel, propia de los estándares ISO publicados o actualizados en la última década, se hace referencia constante al cumplimiento en el área que aborda la norma de la que se hable. Desde la definición del contexto (4.1) a la comprensión de las necesidades y expectativas de las partes interesadas (4.2) o la evaluación del cumplimiento (9.1.2), el texto de los estándares ISO hace una llamada constante a cumplir con las obligaciones legales, normativas, regulatorias, contractuales o voluntarias.

Solo por eso, el certificado ISO representa una garantía de que la empresa cumple. Esto hace que la organización sea confiable, que pueda acceder a mercados y negocios interesantes, que pueda atraer y retener a los mejores talentos y que construya cadenas de suministro sólidas con empresas similares. En pocas palabras: una organización que crece y se desarrolla de forma sostenida y evidente.

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3. Mejora de la productividad

Es posible deducir que el certificado ISO para el sistema de gestión de la calidad ISO 9001 tiene un impacto directo en el incremento de la productividad y de la eficiencia operativa de una organización. Pero, en la práctica, todos los certificados ISO repercuten en la productividad y la eficiencia de la empresa. Lo hacen porque los procesos se estandarizan, se optimizan y se alinean con los objetivos comerciales de la organización, sea cual sea el área de alcance de la norma ISO elegida.

Los sistemas ISO eliminan el retrabajo, reducen costes e implementan controles para mejorar la productividad del mismo sistema o del área involucrada. Cuando los sistemas se automatizan apoyándose en una plataforma tecnológica, la eficiencia se vuelve una constante que se difunde en toda la organización, incluso en procesos no relacionados con la gestión ISO.

Pero lo más interesante es que ISO solicita en todos sus sistemas de gestión que se alcance la mejora continua y que sea posible demostrarla con evidencias. De hecho, sin mejora continua no hay certificado ISO. Y, si ya existe el certificado, no habrá posibilidad de renovarlo.

4. Aporta competitividad

Los consumidores y los clientes en general prefieren a las empresas que entregan productos de calidad, que cuidan el medio ambiente y que protegen a sus empleados. Pero también a las que cumplen, a las que no exponen sus datos y a las que se esfuerzan por adoptar las mejores prácticas de gobierno y negocios. El certificado ISO comprueba que una organización hace eso y mucho más.

Ganarse la confianza de los clientes es clave para diferenciarse de los competidores y para llegar a cualquier mercado en el mundo en mejores condiciones que otras organizaciones que no han sido certificadas. Por eso, aquellas que han conseguido el certificado ISO son más competitivas.

5. Promueve la formación y crecimiento de los empleados

Las empresas con certificados ISO pueden atraer y retener a los mejores talentos. También hacen que estos empleados deseen crecer profesionalmente y perfeccionar sus habilidades. Esto se debe a que los procesos de certificación y el mantenimiento de un sistema de gestión ISO exigen que la organización identifique las necesidades de formación de sus empleados y responda a ellas.

El camino para hacerlo es tomar programas de formación que les permitan obtener competencias especializadas. Los procesos que llevan a obtener un certificado ISO exigen a la organización invertir en la capacitación de sus trabajadores en áreas como tecnología, auditorías internas de sistemas de gestión ISO, cursos de liderazgo, etc. Así, el certificado ISO se convierte en un impulsor del crecimiento de los empleados y del desarrollo de la organización.

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