El liderazgo de Alto Rendimiento reúne elementos que no están presentes en otros tipos de liderazgo: espacios de aprendizaje para el equipo, confianza para afrontar momentos difíciles, autonomía sin sacrificar el trabajo en equipo y propuestas innovadoras para afrontar retos.
El liderazgo de Alto Rendimiento necesita un líder especial, acorde con el desafío. No es una misión para todas las personas, requiere reunir habilidades esenciales que no necesariamente son innatas, sino que pueden aprenderse y desarrollarse.
¿Cuáles son las habilidades esenciales para el liderazgo de Alto Rendimiento?
El objetivo del liderazgo de Alto Rendimiento es construir equipos de trabajo productivos, que funcionen de forma sincrónica para alcanzar grandes metas de la organización, que ofrezcan soluciones innovadoras y abran caminos que nunca ha sido recorridos por otros. Para dirigir a un equipo de estas características es preciso reunir competencias y habilidades específicas como las que se exponen a continuación.
1. Elegir el equipo adecuado y asignar las responsabilidades con inteligencia
Los equipos productivos lo son porque tienen un buen líder, pero también porque sus miembros tienen habilidades únicas. La elección acertada de estos es la primera habilidad propia del liderazgo de Alto Rendimiento. Pero se necesita algo más, capacidad para identificar las fortalezas y las debilidades de cada persona y, de acuerdo con ello, asignar roles y responsabilidades.
No siempre funciona al primer intento. Es probable que algunas competencias requieran procesos de capacitación o que algunas responsabilidades no sean las adecuadas y necesiten ajustes. También es probable que se presente la necesidad de sustituir a un miembro del equipo. Saber elegir el momento oportuno y cómo hacerlo sin generar traumas es parte de esta primera habilidad del liderazgo de Alto Rendimiento.
2. Fijar objetivos inteligentes
Los objetivos inteligentes u objetivos SMART son específicos, medibles, alcanzables, realistas y fijados para un periodo de tiempo determinado. El líder de Alto Rendimiento debe saber fijar objetivos inteligentes. Un equipo integrado por personas capaces, con cualidades y competencias evidentes, vulnerabilidades bien tratadas y que trabaja para alcanzar objetivos inteligentes tiene más del 50% de probabilidades de ser un equipo productivo y exitoso.
3. Comunicación empática y efectiva
Comunicarse con el equipo es una de las cualidades esenciales en el liderazgo de Alto Rendimiento. La comunicación necesita empatía para generar el efecto deseado. Para ser efectiva, además, debe enviar un mensaje claro y transparente, con autoridad, aunque con un tono cálido y conciliador.
Los miembros del equipo deben conocer qué sucede en el ámbito de su trabajo y qué se espera de ellos, pero no hay que olvidar que una comunicación eficiente es bidireccional, espera una respuesta y se retroalimenta con ella. El liderazgo de Alto Rendimiento se caracteriza por saber escuchar.
4. Solucionar conflictos y dirimir diferencias
Es difícil imaginar un equipo de Alto Rendimiento en el que no surjan diferencias o enfoques diferentes. La habilidad de liderazgo de Alto Rendimiento en este punto se divide en dos partes: por un lado, tener la intuición y la sabiduría necesaria para intervenir en el momento adecuado y, por otro, hacerlo con respeto, autoridad y capacidad conciliadora.
5. Promover el trabajo en equipo
La falta de cohesión de un equipo es el resultado de una asignación de funciones errónea, de la falta de estructura organizacional del equipo o, simplemente, de falta de liderazgo. Fomentar el trabajo en equipo siempre arrojará mejores resultados que la suma de muchos esfuerzos individuales y aislados.
El liderazgo de Alto Rendimiento, por tanto, requiere de un adecuado reparto de responsabilidades, de unas expectativas claras y de unos objetivos bien marcados que involucren a todos los miembros del equipo.
Domina las habilidades esenciales para alcanzar el #Liderazgo de Alto Rendimiento. Encuentra aquí todas las claves para conseguirlo. Share on X6. Recompensar el éxito y reconocer los fallos
El liderazgo de Alto Rendimiento reconoce los éxitos y los premia. Es una forma de motivar al equipo, de transmitir confianza y apoyo en sus capacidades y de mostrar respeto por su trabajo. Pero también identifica los errores, los señala y aplica las acciones correctivas necesarias.
En este aspecto, hay otra cualidad importante en el liderazgo de Alto Rendimiento: los líderes de equipos exitosos adjudican los logros al equipo, mientras que asumen como propios los errores. En cualquier caso, cuando los aciertos o los fallos son atribuibles al equipo en general, los reconocimientos y las censuras pueden ser públicos, no así cuando son particulares, ya que se corre el riesgo de fracturar con ello al equipo.
7. Entender lo que es el liderazgo de Alto Rendimiento
Podría considerarse que los equipos de Alto Rendimiento son los que alcanzan los objetivos. Tal vez esos equipos puedan ser considerados efectivos, pero el verdadero Alto Rendimiento es el que alcanza objetivos más allá de los propuestos y lo hace de forma sobresaliente.
Surge entonces la pregunta de si hay diferencias en la forma en la que se alcanza un objetivo. La hay. La distinción surge cuando, además de lograr una meta, se descubre e implanta una forma creativa, innovadora y, sobre todo, rentable para hacerlo. Es lo que se espera en un equipo de Alto Rendimiento, un valor agregado, un factor diferencial.
8. Conocer a los miembros del equipo
Identificar las fortalezas y las debilidades de cada uno de los miembros del equipo es un conocimiento inicial, interesante y productivo. Pero las personas son más que aquello que demuestran en su entorno laboral. Sus intereses, su formación, su vida familiar y social, las expectativas en su puesto de trabajo o la forma en que se relacionan son aspectos que también reflejan competencias y habilidades que puede aprovechar al máximo el líder para cohesionar al equipo.
9. Ser tolerante al fracaso
Suena contradictorio, pero el liderazgo de Alto Rendimiento suele brillar y darse a conocer en la adversidad. Un buen líder sabrá que hacer para corregir el rumbo cuando algo salga mal, ajustar el plan, reasignar posiciones y salir adelante. La palabra clave es flexibilidad. La capacidad de adaptación y es una de las habilidades de liderazgo más productivas.
10. Fomentar la autonomía
Los miembros de un equipo de Alto Rendimiento esperan ser líderes algún día. El liderazgo de Alto Rendimiento tiene la obligación de incentivar esas ambiciones y la forma de hacerlo es entregando autonomía a los miembros de su equipo que la reclamen y que la merezcan. La habilidad en este punto es el equilibrio, la capacidad para entregar autonomía, sin afectar la colaboración y que es la base del trabajo en equipo.
11. Promover la creatividad
Promover la creatividad es una habilidad compleja porque no basta incentivarla, es preciso reconocerla. Para hacerlo, el líder debe poner en práctica ejercicios y metodologías que busquen ese propósito. La tarea se divide en tres partes: crear un entorno de trabajo proclive a la creatividad, proponer situaciones complejas que requieran ingenio para su resolución e implementar un modelo de resolución de problemas con base en lo anterior.
¿Qué otras habilidades requiere el liderazgo de Alto Rendimiento?
La lista de habilidades reseñadas podría describirse como lista de habilidades duras. Son habilidades que se desarrollan con trabajo, esfuerzo y repetición. Pero hay otras, que son las consideradas habilidades blandas, que también ayudan a perfeccionar el liderazgo de Alto Rendimiento:
- Decisión para tomar acciones inmediatas sobre la marcha, demostrando carácter y resolución ante el equipo.
- Respeto y consideración para tratar a las personas, incluso en situaciones estresantes.
- Escuchar para entender las razones de alguien o para obtener buenas ideas.
- Comunicar con claridad, asertividad y transparencia.
- Transmitir positivismo dentro del equipo y hacia afuera.
- Delegar de forma coherente y efectiva.
- Enseñar con el ejemplo. Los líderes se replican con base en el ejemplo.
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