Liderazgo
En ocasiones queremos algo pero solo nos aparecen obstáculos en el camino y decidimos dejarlo. En el mundo empresarial ocurre exactamente igual, quizás pensamos en ofrecer un producto o servicio que creemos perfecto para lanzar al mercado, con unas características que lo hacen único, pero por la aparición de una serie de impedimentos u obstáculos decidimos cambiar sus características iniciales.
Steve Jobs nos ha dejado unas lecciones de Liderazgo que hacen pensar a todo aquel que las lea.
Se basan en métodos que él usaba para convertirse en el líder que llegó a ser. En esta séptima lección de liderazgo conoceremos la técnica conocida como “campo de distorsión de la realidad” que ponía en práctica.
Una de las facetas de Jobs era que conseguía forzar a los demás para lograr lo imposible.
Y, volviendo al inicio del post, quizás sea el impulso ideal que necesitamos cuando damos algo por imposible, cuando decidimos abandonar o modificar las características que eran las idóneas para nuestro producto o servicio, y características que quizás pueden ser clave para alcanzar un mayor o menor éxito entre el público.
Jobs era un firme creyente en su personal interpretación del campo de distorsión de la realidad.
Una de las veces que logró poner en práctica esta lección de liderazgo fue durante su turno de noche en Atari. Y lo que consiguió, mediante presión, fue convencer a Steve Wozniak para que crease un videojuego llamado Breakout. A pesar de que Wozniak le advirtió que necesitaría meses, Steve Jobs le dijo que lo quería en cuatro días. Aunque Wozniak lo creía imposible lo logró, consiguió tener listo el videojuego en cuatro días.
Algunos tomaban este modo de trabajo como un eufemismo, sin embargo otros lo consideraban un medio perfecto para lograr metas extraordinarias.
Las reglas normales de la vida no iban con Jobs, o al menos eso pensaba él, por lo que trabajó para inspirar a su grupo de trabajo y cambiar así el curso de la historia de la informática.
[Tweet “Utiliza el campo de distorsión de la realidad para lograr el éxito.”]
Jobs pensaba que el Macintosh tardaba demasiado en arrancar, y por eso se dirigió a Larry Kenyon, ingeniero que trabaja en el Macintosh, y se quejó de ello. Kenyon le justificó el motivo de por qué no se podía conseguir reducir el tiempo de arranque, pero Jobs, con otra de sus reflexiones, le dijo “Si con ello pudieras salvarle la vida a una persona, ¿encontrarías la forma de reducir diez segundos el tiempo de arranque?”. Quizás alguien esté pensando que sea un aporte un poco desmesurado pero para Kenyon fue un empuje que le hizo cambiar de idea.
Siguió con sus reflexiones, apuntando que si tenemos a cinco millones de personas utilizando el Mac diariamente, y emplean diez segundos de más en encenderlo, tendríamos un total de trescientos millones de horas anuales que la gente podría ahorrar, horas que equivalen a salvar unas cien vidas al año.
Ante esto Kenyon se planteó la posibilidad de hacer esto realidad y obtuvo un Mac que arranca 28 segundos más rápido de lo que lo hacía antes.
Una vez más la interpretación del campo de distorsión de la realidad fue la técnica perfecta que empleó Jobs para conseguir que algo que parecía imposible se hiciera realidad.
Durante el diseño del iPhone, Jobs decidió que la cubierta del mismo debía ser de un cristal lo suficientemente duro para estar a prueba de arañazos. Investigó donde podía conseguir esto y contactó con Wendell Weeks, director general de Corning, quien le contó que su empresa, en los años sesenta, desarrolló un proceso químico que les condujo a la creación, de lo que ellos denominaban, cristal gorila.
Seguidamente Jobs quería hacer un pedido de dicho cristal para tenerlo en seis meses, pero Weeks le contestó que era imposible. De nuevo se le planteó la imposibilidad de realizar algo que él quería.
En este punto Steve Jobs podía haber decidido cambiar de material, a otro que quizás no fuera tan resistente como él quería, o tal como hizo insistir y conseguir lo que buscaba.
La empresa Corning ya no producía ese material ni contaba con la capacidad necesaria para ello. Eso no era obstáculo para Jobs, rápidamente le replicó que la falsa confianza no lo ayudaría a superar los desafíos en materia de ingeniería. Para Jobs y su visión de distorsión de la realidad no había nada imposible y terminó diciéndole “Sí que puedes hacerlo. Hazte a la idea. Puedes hacerlo”.
En menos de seis meses estaba lista la producción de cristal gorila, de inmediato Weeks se puso en contacto con los gerentes de la fábrica de Corning y les ordenó que se pusieran a producir cristal gorila a tiempo completo.
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Así fue, se pusieron a ello los mejores científicos e ingenieros y, como resultado, Corning es ahora la empresa en Estados Unidos que fabrica los cristales de cada uno de los iPhone.
Quizás en estos momentos usted se encuentre en esta situación, y se esté planteando el insistir en conseguir lo que busca o en cambiar alguna de las características que le está costando trabajo tener. Piénselo, puede estar a punto de cruzar la línea entre alcanzar el éxito o no.