Diseñar e implementar estrategias de control de riesgos efectivas ha permitido a muchas organizaciones afrontar riesgos críticos con el mínimo impacto negativo. Gracias al trabajo de profesionales de sistemas de gestión han conseguido mantener sus operaciones comerciales y alcanzar un crecimiento sostenido.

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Otras organizaciones, aquellas que no planifican estrategias de control de riesgos, no trabajan en la construcción de una verdadera resiliencia organizacional. En su caso se enfrentan a la posibilidad de no crecer como se prevé, retroceder e incluso dejar de existir.

Las organizaciones, por tanto, necesitan estrategias de control de riesgos empresariales que tengan la capacidad para eliminar la mayoría de las amenazas, mitigar el impacto de otras y planificar escenarios de continuidad del negocio en condiciones aceptables en el caso de de riesgos inevitables.

Cuáles son las estrategias de control de riesgos empresariales más efectivas

Las estrategias de control de riesgos que se detallan a continuación son complementarias y secuenciales. Esto significa que el objetivo no es elegir una, sino implementarlas y desarrollarlas considerando cada una como un paso en la construcción de una gran estrategia integral exitosa.

Otra forma de expresarlo es decir que se trata de una compleja estrategia de control de riesgos en nueve pasos. Se convierte así en una guía integral para tratar riesgos empresariales, pero también para aprovechar oportunidades de crecimiento.

1. Identificar los riesgos

El objetivo es rastrear en el entorno y el contexto de la organización posibles amenazas. Con ello se podrán diseñar estrategias de control de riesgos que permitan dar respuestas proactivas a cualquier eventualidad. En esa labor de rastreo son útiles dos técnicas:

  • Lluvia de ideas: ofrece muchos beneficios para la gestión de riesgos porque permite abrir un abanico ilimitado de posibilidades, facilita la participación y la discusión, presenta escenarios hipotéticos hasta el momento desconocidos y descubre oportunidades interesantes.
  • Análisis DAFO: puede ser una metodología complementaria eficaz, dado que facilita observar en una interfaz gráfica fortalezas y debilidades, así como oportunidades y amenazas de origen interno o externo.

El propósito es obtener una lista de riesgos completa, que considere incluso aquellos eventos que parecen imposibles, pero que tienen alguna probabilidad de ocurrencia.

2. Analizar y evaluar los riesgos

El objetivo de la segunda de las estrategias de control de riesgos es realizar una evaluación de los riesgos y amenazas identificados en la primera fase. El objetivo es asignar a cada uno un valor de acuerdo con dos criterios: el impacto negativo del riesgo o su probabilidad de ocurrencia. También en este caso se pueden emplear dos métodos:

  • Evaluación cualitativa: utiliza criterios descriptivos como alto, medio o bajo para calificar el impacto o la probabilidad. Algunos profesionales utilizan códigos de colores para entregar los resultados de esta evaluación en gráficos fáciles de comprender.
  • Evaluación cuantitativa: asigna valores numéricos a los diferentes criterios de evaluación. Es mucho más exacta y es propia de organizaciones que han digitalizado y automatizado la gestión de riesgos. La transformación digital ofrece herramientas que permiten realizar comparaciones estadísticas históricas que evidencian tendencias y permiten predecir comportamientos futuros. Todo ello es de gran utililidad para la toma de decisiones y el éxito de las estrategias de control de riesgos.

3. Clasificar y priorizar los riesgos

En esta tercera fase de las estrategias de control de riesgos se depura la lista con base en la información obtenida en el segundo paso. Antes se clasifican los riesgos, bien por área bien por tipo de riesgo (operativo, estratégico, inherentes, cisnes negros, etc.). La clasificación permite obtener una visión de la real exposición de la organización y de los tipos de riesgos que representan mayor amenaza.

Cada tipo de riesgo se somete entonces a un segundo filtro: la priorización. La priorización toma en cuenta los criterios evaluados en la segunda estrategia para ordenar los riesgos en cada clasificación de mayor a menor. Esto permite asignar recursos y atención a los temas más urgentes.

4. Diseñar y planificar estrategias de control de riesgos

El objetivo esencial de las estrategias de control de riesgos es diseñar e implementar acciones efectivas para eliminar la mayoría de los riesgos, disminuir el impacto negativo de otros, compartir algunos y, si no es posible hacer nada, aceptar el menor número posible, preparando a la organización para afrontarlo.

  • Eliminar un riesgo puede requerir cambiar un proceso, eliminarlo, sustituir un insumo o incluso dejar de fabricar un producto o prestar un servicio. Es importante evaluar el nivel asumible de riesgo para la organización. Si bien algunos riesgos pueden eliminarse, eventualmente puede ser más rentable tolerarlos y aprovechar las oportunidades que representan desde un marco de control que aporte un grado aceptable de seguridad.
  • Reducir el impacto negativo implica tomar medidas para que la ocurrencia eventual no resulte disruptiva para la organización. También es posible tomar medidas para reducir la probabilidad de que esos riesgos sucedan, aunque esto no suele ser lo habitual.
  • Transferir o compartir el riesgo es una buena estrategia que requiere trasladar un proceso, por ejemplo, entregándolo a un tercero que puede ser un contratista. Otra forma de compartir el riesgo es tomando una póliza de seguros, acción que elimina los efectos lesivos financieros, pero no el impacto reputacional negativo.
  • Aceptar o tolerar el riesgo implica no implementar ninguna acción para reducir el impacto o la probabilidad, aunque no significa que no sea posible elaborar un plan de contingencia que considere alternativas que permitan la continuidad del negocio. En este grupo deberían considerarse pocos riesgos. Curiosamente, suelen aparecer los dos extremos de la lista: riesgos catastróficos e inevitables o amenazas de bajo impacto y poca probabilidad de ocurrencia.
Sí trabajas para alcanzar el éxito empresarial en tu organización, estas nueve estrategias de #ControlDeRiesgos te ayudarán a lograr el objetivo. Share on X

5. Diseñar e implementar controles

Dentro de las estrategias de control de riesgos, los controles son herramientas útiles para complementar las acciones descritas en el punto anterior y proteger a la organización de manera constante y sistemática. Algunos controles son parte de las acciones de gestión descritas hasta ahora, otros se adoptan desde diferentes áreas porque responden a una exigencia regulatoria o es un comportamiento usual en la industria.

Entre los diferentes tipos de controles se pueden mencionar los de riesgo financiero, riesgo operacional, de ciberseguridad o de información y de la cadena de suministro.

6. Revisar y monitorear

Las estrategias de control de riesgos se basan en el ciclo PDCA (Planear, Hacer, Verificar y Actuar), que asegura la mejora continua. El sexto paso es el de verificación. En esta etapa se revisa lo hecho para comprobar que lo planificado se ejecuta y ofrece los resultados esperados. La verificación es periódica, sistemática y hace uso de indicadores de rendimiento establecidos con antelación.

De acuerdo con los resultados, se modifican o sustituyen acciones propuestas en el punto 4 o se eliminan o ajustan controles propuestos en el punto 5, lo cual reinicia el ciclo PDCA. Cada revisión promueve la mejora continua de la gestión de riesgos.

7. Documentar e informar

Uno de los desafíos que enfrentan los profesionales en gestión de riesgos es evitar que su trabajo, y sobre todo los resultados, se conviertan en un silo de información. La forma de hacerlo es documentar e informar. Una buena comunicación y la presentación de informes transparentes, precisos y creíbles hacen que todas las partes interesadas los conozcan y los aprovechen.

Algunas recomendaciones para presentar informes sobre estrategias de control de riesgos eficaces son:

  • Evitar el lenguaje técnico en exceso.
  • Procurar producir informes muy breves y puntuales.
  • Promover la retroalimentación y la participación de la audiencia.
  • Presentar informes oportunos.

8. Considerar el marco regulatorio y legal

Es fundamental que las organizaciones diseñen sus estrategias de gestión de riesgos con la vista puesta en leyes, normativas, códigos de buenas prácticas y estándares aplicables a cada actividad o industria.

En ese sentido, son de utilidad acciones como identificar adecuadamente el marco regulatorio, comprobar que las evaluaciones abarcan todos los riesgos de cumplimiento o realizar auditorías periódicas que avalen el grado de cumplimiento. También es fundamental documentar todas las actividades de la gestión de riesgo, para lo que un software especializado puede se de gran ayuda.

9. Crear una cultura sólida de prevención del riesgo

Gran parte del éxito de las estrategias de control de riesgos dependen de una adhesión general en todas las áreas de la organización. La participación masiva y activa es el resultado de una cultura de prevención del riesgo sólida. Para que esto suceda se requiere en primera instancia que sea una solicitud hecha con el tono superior de la Alta Dirección.

El equipo encargado de la gestión de riesgos difunde el mensaje y comunica las mejores prácticas para alcanzar los objetivos. Las organizaciones que cuentan con una plataforma que automatiza la gestión tienen a su disposición herramientas útiles para llevar la cultura a todos los niveles de la empresa. La tecnología es un eje central para la gestión de riesgos, otro es la formación.

Diplomado en Risk Manager

La gestión de riesgos incorpora tres elementos fundamentales: tecnología, globalización y un estándar de gestión internacional. Son aspectos en los que profundiza el Diplomado en Risk Manager. Se trata de un amplio programa diseñado para capacitar a los alumnos en esta labor. Una vez superada la formación, podrán diseñar y ejecutar un plan de riesgos y liderar un equipo especializado en la tarea. De hecho, obtienen titulación como expertos en gestión de riesgos y certificado de auditores de riesgos.

Es un programa que han desarrollado reconocidos profesionales, que se ofrece bajo la modalidad e-learning y pone a los alumnos en contacto con estudiantes y docentes de diversas nacionalidades. Puedes comenzar tu formación de inmediato o comprobar antes si eres candidato a una de las becas de la Escuela Europea de Excelencia.

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