El apetito de riesgo de las organizaciones es un concepto bastante nuevo, lo cual hace que todavía resulte un poco confuso para muchos. Lo cierto es que la gestión de riegos moderna no puede prescindir de este concepto y es importante que cada organización publique una declaración oficial sobre el tema, de tal forma que exista un entendimiento común en todos los niveles y en todas las áreas de la misma en cuanto a la visión que debe aplicarse en esta materia.
Para que esto ocurra, el tema debe estar claro y, para ello, es preciso saber exactamente qué significa el apetito de riesgo de las organizaciones, su importancia y qué factores influyen en su determinación.
¿Qué es el apetito de riesgo de las organizaciones?
Según ISO 31000, el apetito de riesgo de las organizaciones se define como la exposición de riesgo que la organización está dispuesta a asumir. Este nivel de riesgo permisible es particular de cada organización y debería estar en una declaración para tenerlo siempre presente en la gestión de riesgos, especialmente en la etapa de evaluación y análisis.
Pero, ¿qué pasa si no existe una declaración que especifique cuál es el apetito de riesgo que la organización acepta? Lo más probable es que la decisión quede al libre albedrío de diferentes profesionales en las diversas áreas de la organización.
¿Por qué es importante la declaración del apetito de riesgo de las organizaciones?
Sin una declaración de apetito de riesgo, la gestión de riesgos está sujeta a la libre interpretación de las personas a nivel individual, en cada área o departamento. Sabemos que, por naturaleza, algunas personas son cautelosas, en tanto otras son más osadas. Así, la gestión de riesgos dejada al azar, se moverá de un lado al otro, como una nave que va al garete sin rumbo y sin dirección.
Tan nefasto puede ser comportarse de manera precavida cuando se puede arriesgar más, como ser extremadamente aventureros en mercados que se caracterizan por el sigilo y la prudencia. El resultado es que cada cuál establece su propio criterio y es posible que la organización termine mitigando riesgos menos importantes que otros por un desacuerdo de opiniones y, por el contrario, asumiendo otros de alto impacto. De este modo, por un lado se comprometen oportunidades de crecimiento y, por otro, aumenta la posibilidad de que ocurra un evento negativo evitable.
Factores a considerar para definir el apetito de riesgo de las organizaciones
Normalmente, como en todo lo relacionado con la gestión de riesgos, los factores que conforman el contexto interno y externo son los que tienen influencia directa en la evaluación. Por supuesto, no existe una fórmula única. Pero sí podemos definir algunos factores comunes que usualmente son considerados en la mayoría de las organizaciones.
En cuanto a los factores internos, podemos hablar de los resultados de las evaluaciones de riesgos hechas hasta el momento, así como de los objetivos comerciales de la organización. Las expectativas de crecimiento, la situación financiera y los objetivos propuestos en las declaraciones de misión y visión completan este primer segmento.
Los factores externos, por otra parte, se relacionan con las condiciones particulares del mercado en que opera la organización, con sus competidores, la solidez y madurez de su marca, y los desarrollos tecnológicos imperantes en el sector y la velocidad con la que avanzan.
Es bueno entender que la definición del apetito de riesgo de las organizaciones es una decisión de los ejecutivos y de la alta dirección. En función de estos factores y otros que se consideren oportunos, de acuerdo con las condiciones particulares de cada organización, ellos serán los encargados de definirlo.
En la #GestiónRiesgos, es preciso considerar el denominado apetito de riesgo de la organización. Explicamos en qué consiste este concepto. Share on X¿Qué debe contener la declaración de apetito de riesgo?
Puede ser un documento general que establezca una política para ser usada en todos los niveles y en todas las áreas. Pero, otra opción, es tratar de manera particular cada una de las áreas: seguridad, producción, marketing, cumplimiento, seguridad y salud en el trabajo… Algunos profesionales van un poco más allá al considerar que el apetito de riesgo se debe establecer para cada riesgo. Para ellos, la combinación de riesgos solo puede hacerse cuando existe una asociación evidente entre los mismos. Pero no cabe duda de que esto resultaría en extremo laborioso.
Por supuesto, el contenido, el detalle y la extensión de la declaración atiende al tamaño, la complejidad y el nivel de regulación del sector en el que opera la organización.
Finalmente, el objetivo no es otro que llegar a un concepto que se exprese en cantidad en una escala: mucho, poco o medio. Sin embargo, al llegar a esta definición se afronta otro problema: ¿qué es mucho, qué es poco o qué es medio para cada uno de los empleados? La respuesta puede estar en un anexo explicativo que defina con mayor precisión cómo debe considerarse cada variable.
Recomendaciones para producir una declaración de apetito de riesgo útil
La declaración de apetito de riesgo, debido a las múltiples variantes que se presentan, puede representar un verdadero reto para muchos profesionales de riesgos. Estas recomendaciones pueden resultar útiles:
- Utilizar un lenguaje que se entienda en todos los niveles y todas las áreas.
- El documento debe resultar fácil de modificar cuando sea necesario. No puede escribirse en piedra. La definición del apetito de riesgo es una tarea dinámica que debe revisarse continuamente.
- Producir un documento susceptible de ser debatido y revisado.
- Crear un documento libre de obstáculos, fácil de leer y, sobre todo, en el que se evidencie la presencia de la alta dirección.
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Las organizaciones afrontan muchos riesgos, pero también encuentran muchas oportunidades en el cumplimiento de su objetivo comercial. Para alinear la gestión de riesgos con las expectativas de la organización, es preciso que los profesionales encargados dispongan de los conocimientos apropiados en esta cuestión.
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