La gestión de riesgos busca minimizar o eliminar aquellos riesgos que amenazan cumplir con los objetivos de negocio. Pero, ¿qué hacer con los riesgos inevitables? Este tipo de riesgos no pueden evitarse o bien eliminarlos supone limitar en alto grado la capacidad operativa del negocio, por lo que ello no representa una verdadera opción.
Los riesgos inevitables existen. Esa es una realidad, y el mejor ejemplo de ellos está a nuestro alrededor hoy. La forma de afrontarlos es contar con estrategias predeterminadas para responder ante estos riesgos inevitables.
¿Cómo responder ante riesgos inevitables?
Los riesgos inevitables son aquellos que están fuera del control de la organización. Por ello, es natural que estén asociados al contexto externo de la organización. Algunos ejemplos son:
- Nuevas reglas, leyes o regulaciones nacionales o internacionales.
- Novedades tecnológicas.
- Modificaciones en los hábitos de consumo de los clientes.
- Problemas sociales o económicos.
- Emergencias sanitarias.
- Desastres naturales.
- Inestabilidad política.
El contexto interno es tratable y podemos incidir sobre él. Pero los factores que conforman el contexto externo están fuera del control de la organización. Son esos factores los que implican riesgos inevitables para los que hay que estar preparados.
Aunque los eventos inevitables parten de factores externos que no podemos controlar, sí existen elementos en esos factores sobre los que podemos actuar para intentar controlar o reducir el impacto. Pongamos algunos ejemplos:
- En cuanto a los cambios en las normas, regulaciones o leyes vigentes. ¿De qué forma podemos incidir en este tipo de decisiones? Acceder a legisladores o directores de organismos reguladores con una petición razonable es una idea. Sumar esfuerzos con otras organizaciones del sector para presionar hacia cambios legales a favor puede ser otra estrategia. Tratar de aprovechar las oportunidades que impone la normativa para diferenciarse de la competencia resultaría en esa minimización del impacto que buscamos.
- En otro punto de la lista hablamos de los cambios en las tendencias de los consumidores. Por supuesto, es algo que no podemos controlar. Pero sí podemos ir analizando estas tendencias para ajustar nuestros productos a esos nuevos hábitos de consumo. Nuevamente, podría haber una oportunidad.
- Los avances tecnológicos, por otra parte, dejan a muchas organizaciones fuera de juego a diario. La estrategia tiene que ser permanecer siempre a la vanguardia. La tecnología no puede sorprendernos si siempre vamos de la mano con ella.
- Fenómenos naturales, movimientos sociales, tendencias económicas no se pueden predecir ni influir sobre ellas. Pero sí podemos tomar medidas preventivas y elaborar planes de contingencia para tener control sobre el impacto que tengan sobre nuestra organización.
Al final, una de las acciones preventivas más importantes que se puede implementar desde ahora es formar empleados clave en el área de gestión de riesgos. Profesionales capacitados y experimentados saben responder de forma efectiva ante la ocurrencia de riesgos inevitables.
La #GestiónRiesgos pretende eliminar o minimizar el impacto del mayor número de riesgos. Pero hay riesgos inevitables. ¿Cómo tratarlos? Share on XCurso Experto en Gestión de Riesgos
El Curso Experto en Gestión de Riesgos de la Escuela Europea de Excelencia pretende que el alumno adquiera los principios y procedimientos que requiere la gestión de riesgos moderna.
El profesional en el área de gestión de riesgos formado a través de este programa tiene la capacidad de gestionar los riesgos que se presentan en su organización, anticipándolos, y diseñando planes de acción para tratarlos, y también para aprovechar las oportunidades. Para ello, estos profesionales aprenden a utilizar herramientas metodológicas para evaluar, identificar, priorizar y gestionar riesgos.
Esta es una oportunidad que no puedes dejar pasar para impulsar tu carrera en un área fundamental. Aquí puedes dar el primer paso.