Integrar sistemas de gestión basados en normas ISO, es una labor que requiere una planificación cuidadosa. Y lo es, porque suelen encontrarse barreras en la integración de sistemas ISO que deben ser superadas para que la operación tenga éxito.
La experiencia nos ha mostrado que los intentos de integración, que no han logrado culminar con éxito, han encontrado causas comunes. Estas barreras en la integración de sistemas ISO, son atribuibles a diversos agentes dentro de los diversos sistemas, pero también a la Alta Dirección de la organización como a otras partes interesadas.
Barreras en la integración de sistemas ISO
- Falta de compromiso de la Alta Dirección
La integración requiere el compromiso definitivo de la Alta Dirección. Es usual que las organizaciones se quejen de un “exceso de iniciativa”, pero es importante que la integración de sistemas de gestión ISO no sea vista como una más entre muchas iniciativas que surgen a diario.
La concientización de los gestores y de los empleados, acerca de la importancia y la trascendencia del tema, es una responsabilidad directa de la Alta Dirección. Es ella – la Alta Dirección – la que debe hacer entender a los empleados que, de no adoptarse la integración de sistemas, la organización será menos efectiva y menos eficiente que sus competidores.
- Existencia de intereses creados
En la mayoría de las organizaciones, existen gestores de los temas de salud, seguridad, medio ambiente y calidad. Estos “jefes funcionales”, gracias a su función, ostentan una posición de poder sobresaliente sobre sus compañeros de trabajo.
La creación de un sistema integrado de gestión plantea una pregunta que preocupa a esos gestores de sistemas independientes: ¿Quién será el jefe del sistema integrado?
Es relevante entender que el gerente del sistema integrado, debe ser aquel que haya recibido la capacitación adecuada, y que demuestre contar con las competencias necesarias en los temas relacionados con salud, seguridad, calidad y medio ambiente, entendiendo que ninguno de ellos es menos importante que el otro.
- Falta de credibilidad por parte de las partes interesadas externas
En muchas ocasiones hemos hablado sobre los beneficios que obtiene una organización al certificarse en cualquiera de las normas ISO, sobre gestión de la calidad, el medio ambiente o la seguridad y salud en el trabajo.
Los equipos de compras y de ventas, son los que más aprovechan el prestigio que conlleva exhibir la certificación ISO 9001, 14001 y OHSAS 8001. Sin embargo, hasta el momento no existe una acreditación que sirva para presumir un sistema integrado.
Por tanto, entre las barreras en la integración de sistemas ISO, podemos mencionar la falta de credibilidad en algunas partes interesadas externas, entre las que podemos mencionar los clientes y los proveedores.
- Falta de comprensión y diferencias de opinión sobre la competencia
Muchas organizaciones perciben la integración como una fusión de documentos, y no alcanzan a percibir el verdadero potencial de la gestión integrada.
Igualmente, puede existir opiniones encontradas acerca de cuáles empleados deben asumir nuevas competencias – no necesariamente de liderazgo —, dentro del nuevo sistema integrado.
La cultura organizacional adversa, que se resiste al cambio, es una de las barreras en la integración de sistemas ISO más fuertes y más difíciles de rebasar.
Muchas personas dentro de la organización se mostrarán reacios al cambio, en tanto que otros lo percibirán como beneficioso. Sin embargo, la cooperación y coordinación entre todos resulta esencial para el éxito de la integración. Nuevamente, es la Alta Dirección la llamada a unificar conceptos, aclarar dudas y compartir la información necesaria para llevar a buen puerto la nave de la integración.
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