ISO 14001 2015
Entre las cláusulas más relevantes de la norma ISO 14001:2015, pocas veces se menciona la relativa a la formación. Sin embargo, en toda organización que posea un Sistema de Gestión Ambiental, es precisamente la parte relativa a la formación de la fuerza de trabajo, una de las partes de mayor relevancia para la eficacia del SGA y, en consecuencia, del cumplimiento de la ISO 14001 2015. Por tal motivo, en este artículo vamos a analizar la eficacia de la formación en ISO 14001.
Partiendo de la base de que la formación es un elemento imprescindible del que va a depender el rendimiento del Sistema de Gestión Ambiental, es lógico pensar que las organizaciones estructuren un plan de formación orientado a que el SGA genere resultados consistentes como fundamento para la mejora continua.
Para más información sobre la formación en ISO 14001 es recomendable revisar el artículo “Motivos para tomar un curso ISO 14001”.
Así pues, entendida la importancia que juega la formación en el rendimiento del SGA, las organizaciones se preguntan sobre la forma en que pueden asegurarse de que la formación que dan es realmente eficaz para lograr ese buen desempeño ambiental buscado.
Formación – ¿Por qué tiene que ser eficaz?
Dentro de la norma ISO 14001 2015, es en concreto el apartado 7.2. el que hace referencia a la “competencia”.
A modo de síntesis, este apartado establece la necesidad de que la organización otorgue una formación adecuada a todos los trabajadores con funciones más específicas en el Sistema de Gestión Ambiental, con el objetivo de que estos trabajadores puedan realizar con rigor sus tareas y poder ayudar así a mejorar los aspectos medioambientales así como el propio rendimiento de SGA. En concreto, nos dice que la organización tiene la necesidad de ofrecer una formación que pueda ser evaluada y entregada y cuyos resultados se puedan analizar.
Para entender la importancia de lo anterior, vamos a considerar algunos ejemplos que podrían ocurrir en caso de tener una formación ineficaz en la organización:
- Irreversibilidad frecuente de los incidentes medioambientales: Dado que muchas veces los impactos medioambientales no hay forma de mitigarlos, la prevención es la mejor opción. En este sentido, contar con una formación eficiente puede ayudar en gran medida a lograrlo.
- La formación no evaluable podría originar efectos dañinos en el desempeño ambiental, lo que a su vez podría provocar a largo plazo impacto ambiental. Esto debe ser evitado en la medida de lo posible por cada organización.
- Una formación ineficaz puede provocar efectos a largo plazo y de manera exponencial, tal sería el caso, por ejemplo, de los casos en los que los propios empleados a través de las acciones y palabra se transmiten la formación de unos a otros. Esto está fomentando una reproducción de malos hábitos, así como contribuye a crear una cultura de mala actuación, lo cual tiene efectos inmediatos sobre el desempeño del SGA y, en última instancia, sobre el Medio Ambiente.
Vista la importancia que tiene la eficacia de la formación en ISO 14001, es el momento de preguntarse cómo poder establecer un plan de formación que sea eficaz, sostenible, a la vez que medible.
Formación – ¿Cómo definir los requisitos?
Las principales acciones a considerar para definir los requisitos antes de medir la eficacia de la formación en ISO 14001 son:
- Análisis de la norma ISO 14001: 2015, los aspectos ambientales definidos y su registro legal y, con base en ello, se puede determinar la capacitación requerida.
- Acudir a la agencia medioambiental local para realizar todo tipo de consulta y recibir el asesoramiento necesario para que la organización puede mejorar su desempeño a nivel ambiental.
- Preguntar tanto a los propios empleados como a la Dirección sobre la formación que ellos consideran necesaria.
- Detallar una matriz de entrenamiento donde aparezca tanto el tema de formación como la fecha en que se va a impartir.
Medición de la eficacia de la formación en ISO 14001
Teniendo en cuenta la importancia de la eficacia de la formación en ISO 14001, es necesario poder medir el grado de la misma. Por ello, es de especial importancia realizar el enfoque siguiente de dos vías para medir la eficacia en la formación impartida:
- Asegurar que la formación y los resultados forman parte de las discusiones de un pensamiento basado en riesgos. La formación ineficaz provoca bajo rendimiento ante un determinado aspecto ambiental detectado. Ante ello, aplicar el modelo “Planificar, Hacer, Verificar y Actuar”, como medida para eliminar lo antes posible el riesgo.
- Aplicar acciones correctivas para garantizar que no se repita la inconformidad originada por una posible formación inadecuada.
- La evaluación habitual de riesgos puede servirnos para medir brechas entre el programa de formación de la organización y el rendimiento del SGA.
- Realizar encuestas a los trabajadores a fin de recabar información sobre si ellos mismos consideran adecuada la formación que se les imparte en relación con los requisitos exigidos por el puesto de trabajo.
En definitiva, la formación impartida debe ser eficaz, sostenible y cuantificable como forma de lograr la mejora en el desempeño del Sistema de Gestión Ambiental y, con ello, a su vez del propio Medio Ambiente.
Para más información sobre nuestra oferta formativa, te puede resultar interesante el Curso Transición a la nueva ISO 14001:2015. Cambios Clave.
