Liderazgo ISO 9001

Para explicar el éxito de los requisitos de la nueva norma ISO 9001 2015, la alta dirección debe demostrar su liderazgo ISO 9001 y el compromiso que tiene con el Sistema de Gestión de la Calidad.

Según la norma ISO 9001, la alta dirección es una o varias personas que dirige y controla una empresa al más alto nivel. No obstante, puede delegar funciones y proporcionar los recursos necesarios para alcanzar los objetivos de calidad, sin olvidar que el éxito o el fracaso de sus decisiones recaen bajo su responsabilidad.

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El principal cambio en la nueva norma con respecto a la anterior, es que la dirección no sólo debe asegurarse de proveer los recursos para que el Sistema de Gestión de la Calidad funcione, sino que además se debe demostrar su implicación en todas las actividades del sistema de gestión en toda su amplitud. Los mecanismos mediante los cuales la alta dirección puede alcanzar estos objetivos son:

  • El compromiso y el liderazgo ISO 9001 de la alta dirección con el Sistema de Gestión de la Calidad: se deben responsabilizar con la eficiencia del Sistema de Gestión de la Calidad, se establece una política y unos objetivos compatibles con la dirección estratégica y el contexto de la empresa, se deben asegurar de que se cumple con la política de calidad, es decir, que se comunica, se entiende y se aplica, promoviendo el conocimiento del enfoque de procesos y la mejora continua.
  • Compromiso y liderazgo con el cliente: se asegura de que los productos y los servicios que se ofrecen a los clientes cumplen con todos los aspectos legales aplicables y los requisitos reglamentarios, generando la satisfacción del cliente, etc.
  • Establecer, revisar y mantener una política de calidad: siempre se dispone y se comunica dentro de la organización.
  • La asignación de las responsabilidades y autoridades para los roles pertinentes: además de que sean comunicados y entendidos dentro de la empresa.

[Tweet “El líder en Colombia tiene que saber delegar, servir de ejemplo y motivar”]

El liderazgo en Colombia ha sido medido y se han obtenido las siguientes conclusiones:

Los resultados generales muestran que el líder en Colombia tiene que saber delegar, servir de ejemplo y motivar, pero tiene que ser conservador a la hora de innovar y que no necesita recalcar la visión que tiene la organización con sus colaboradores.

Los hallazgos obtenidos de la investigación confirman la existencia de una relación entre la inteligencia emocional y las cinco prácticas de liderazgo. La investigación aporta y completa las investigaciones que se han realizado de este tema, se puede concluir que en Colombia también existe una relación entre la inteligencia emocional y las cinco prácticas de liderazgo. La investigación concluye que los trabajadores y los líderes de Colombia utilizan su inteligencia para definir las prácticas de liderazgo ISO 9001 que no sólo deben tener ellos, sino también los líderes ideales de sus sectores.

La investigación contribuye a los departamentos de los recursos humanos de las empresas de Colombia la determinación de las áreas de inteligencia emocional, valoración y entendimiento de las emociones propias, valoración y entendimiento de las emociones de los demás y la utilización de dichas emociones, tienen una relación positiva con las prácticas de liderazgo y que por lo tanto son estas áreas las que se deben reforzar con los líderes para incrementar la eficacia. Se comprueba que la inteligencia emocional contribuye al desarrollo de las cualidades de compromiso que tienen los líderes, los que nos ayudan a analizar, organizar y utilizar la información de una forma efectiva. Respecto de la relación que existe entre las prácticas de liderazgo y la inteligencia emocional, teniendo en cuanta la edad, el género, el nivel de estudios, número de trabajadores y los años de experiencia en el manejo de personal, se debe comprobar si existe una relación positiva entre la inteligencia emocional y la edad, el género y el nivel educativo.

En función a la relación positiva que existe entre la inteligencia emocional y la edad, se concluye que la relación se da con las áreas de valoración y entendimiento de las emociones de los demás y la utilización de dichas emociones con los que se demuestra que la general actual es más consciente de la inteligencia emocional de las generaciones pasadas.

Conforme a la relación positiva que existe entre la inteligencia emocional y el género, se concluye que las mujeres tienen más conocimiento de sus propias emociones y de las emociones de los demás. También existe una relación positiva entre la inteligencia emocional y el nivel educativo, es evidente que los encuestados que tienen un menor nivel educativo tienen a regular mejor sus emociones comparadas con aquellos que tienen niveles educativos superiores. Desde la perspectiva de la relación que existe entre las prácticas de liderazgo y las variables de control, podemos concluir que la única relación positiva que existe se presenta en la práctica, con los años de experiencia en manejo de personal porque incrementa en esta práctica, es decir, al aumentar los años de experiencia.

Se recomienda realizar investigaciones parecidas en otros países latinoamericanos para poder generar teorías acerca del tema y generalizar los datos iniciales encontrados en Colombia.

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