El Modelo Balanced Scorecard o Cuadro de Mando Integral es una herramienta aplicable a la gestión estratégica de cualquier organización.
Aquellas organizaciones que buscan alinearse con la visión, y se preocupan por sustentar los pilares de la razón de ser del negocio, que a su vez se enmarcan en el concepto de misión, necesitan emplear este tipo de herramientas.
Es esencial definir una buena estrategia, adecuada para la organización, porque servirá como base para un buen análisis del entorno de nuestro sector y la organización para poder compararnos con nuestros competidores.
La gestión estratégica no sirve si solo queda definida, es fundamental llevarla a la práctica y poner en marcha su ejecución.
Una de las herramientas para llevar a cabo la gestión estratégica es el Cuadro de Mando Integral o el Modelo Balanced Scorecard.
Este modelo requiere, para definir la estrategia, preocuparse por condiciones externas como las condiciones de mercado, que son esenciales para poder adquirir el control sobre proveedores, clientes, satisfacción de accionistas, debilidades de la organización, amenazas…
El Cuadro de Mando Integral apuesta por un ciclo, objeto de mejora continua, que consiste en:
Clarificar la estrategia
La estrategia es una declaración de intenciones, argumentada, estructurada y con una meta clara a alcanzar.
Alinear objetivos con la estrategia
Los objetivos serán orientados hacia la dirección deseada, pudiendo relacionarse con el liderazgo, la cuota de mercado… variará en función de la organización y sus circunstancias. El control siempre será permanente y minucioso para minimizar el riesgo del negocio.
Planificar y establecer objetivos
Mediante un análisis previo de los factores internos y externos se sientan las bases de todo lo que sobre sus resultados se podrá construir. Se inicia de forma previa a la definición del Cuadro de Mando Integral y se deberán plantear cada vez que haya cualquier cambio en la estrategia.
Feedback y aprendizaje
La comunicación es un elemento clave en el Cuadro de Mando Integral o Modelo Balanced Scorecard. Esta herramienta permite aportar iniciativas, proponer planes para abordar objetivos que no fueron alcanzados… Al fin y al cabo con este modelo aprenderemos cómo evoluciona nuestra organización y cómo lo hace respecto al plan estratégico.
La comunicación interna es esencial para tener una visión global, ganar inmediatez y agilidad para actuar de forma dinámica, es decir pudiendo actuar antes de que se presenten contingencias.
Establecer una estrategia y definir un Cuadro de Mando Integral es algo decisivo para la subsistencia de una organización.
Rol de la Alta Dirección
Es muy importante que la Alta Dirección actúe de forma coordinada y consistente, deben contar con un liderazgo que se esfuerce en inspirar y apoyar la gestión del cambio, así como en todo el proceso. Es imprescindible porque siempre habrá quien no crea en los beneficios de esta herramienta y lo necesitamos para adoptar las condiciones adecuadas para su implementación.
La definición de la estrategia debe convertirse en un proceso continuo, es decir, la visión y objetivos se deben definir a medio plazo, pero las iniciativas o estrategias deberán ser definidas a corto plazo. Esto es así porque las estrategias son las causas que generan los efectos deseados, se suelen plasmar en el Mapa de la Estrategia y se despliegan con sistemática de gestión de proyectos.
Este proceso continuo, de definición y ejecución de estrategia, debe desarrollarse en equipo. Uno de los obstáculos más significativos con los que siempre evitan topar los objetivos es la falta de participación. En la mayoría de los casos la definición de la estrategia está ligada a menos del 5% de participación.
Por ello es una excelente forma de trabajar estimulando el cumplimiento de objetivos que incluyan indicadores que midan el trabajo continuo y la colaboración entre áreas.
Lo más importante a nivel operativo es alcanzar la alineación de procesos y personas dentro de la organización. Esta fase es en donde realmente se definen y controlan los procesos que permiten enfocarse hacia la visión definida.
Habitualmente los procesos son reestructurados para alcanzar nuevos productos o salidas que se alineen con las nuevas necesidades surgidas. También es imprescindible cambiar la actitud y desarrollar competencias específicas en el personal. Se tratan de dos temas tan relevantes que conforman dos de las perspectivas más operativas del mapa estratégico.
Validación de resultados
Cuando ya se ha desarrollado el Modelo Balanced Scorecard o el Cuadro de Mando Integral, debemos volver a la estrategia. El único modo de verificar si hemos construido un modelo correcto es mediante un sistema de medición confiable que permita validar los resultados.
Otro punto esencial es asignar los recursos necesarios de un modo consistente. Aproximadamente el 40% de las organizaciones vinculan su presupuesto operativo a cuestiones estratégicas, esto implica que no se consigan implementar todas las estrategias definidas en el modelo, con lo que finalmente se vuelve teórico.
Las organizaciones que tienen un enfoque hacia la excelencia, especialmente con el Modelo Balanced Scorecard, han logrado desplegar y monitorear proyectos estratégicos y han sido conscientes de los beneficios de contar con sistemas de gestión bien definidos que facilitan la toma de decisiones.
Si quiere saber más sobre la gestión estratégica siga atento a nuestro blog.