Las empresas turísticas deben pensar en la implantación de sistemas de gestión ambiental como los basados en la ISO 14001 para conocer, valorar y manejar de forma adecuada su incidencia en el medio ambiente.
El sector turístico se ha revelado como uno de los más importantes en el ámbito internacional en cuanto a la generación de ingresos y empleo. También es uno de los que más debe tener en cuenta su impacto ambiental ya que, si bien no se ve de forma tan directa, indirectamente es el generador de muchos problemas en el entorno.
El transporte asociado a los movimientos turísticos es un fuerte generador de contaminación a través de la emisión de CO2 y otros gases del efecto invernadero.
La aglomeración de personas que se genera en ciertos destinos turísticos en determinadas épocas del año supone un incremento considerable en el consumo de electricidad y agua para abastecer las necesidades ocasionadas, a la vez que supone un incremento en la generación de residuos que en muchos casos multiplican por 5 los volúmenes que el resto del año ocasionan los habitantes de ese lugar.
La ocupación de grandes espacios que en muchos casos ocupaba la naturaleza también es otra de las grandes preocupaciones desde el punto de vista ambiental. Es el caso de los grandes resorts de vacaciones o complejos turísticos. De este modo, se actúa rompiendo ecosistemas y afectando a la fauna y flora que se sitúa en las zonas aledañas a estas grandes construcciones.
Con la ayuda de la ISO14001, las organizaciones turísticas pueden detectar cuáles son sus principales impactos, priorizarlos y determinar las formas más adecuadas para reducirlos y hacer que su actividad de prestación de servicios turísticos aminore su afección a los recursos ambientales a la vez que protege la salud humana.
Aunque los impactos ambientales no se van a eliminar del todo, la actuación sobre el origen de los mismos va a favorecer una minimización al máximo de los mismos y las organizaciones turísticas se pueden beneficiar de la aplicación de medidas que suponen una ventaja en cuanto a la reducción de costes y de los consumos que tuene asociada su actividad.
Por tanto, el sector turístico no ha de perder de vista normas como la ISO-14001 con las que trabajar la gestión ambiental de sus impactos.