Auditor interno
Si hablamos de la Responsabilidad Social, el estándar de referencia a nivel internacional es la ISO 26000.
La Responsabilidad Social es asumida e integrada en las organizaciones de forma voluntaria y abarca aspectos económicos, sociales, laborales y ambientales, haciendo que asuman el compromiso del cumplimiento y superación de la legislación vigente.
Para los centros educativos, existe un doble compromiso a la hora de embarcarse en la implantación de la Responsabilidad Social en sus acciones y en el día a día. Por una parte, existe un compromiso como organización y, por la otra, el compromiso que adoptan los educadores en su ámbito de actuación.
Este tipo de organizaciones han de trabajar en la implantación de la Responsabilidad Social a través de planes educativos a través de los cuales se orienten los centros hacia la consecución de un desarrollo sostenible y responsable en todos los ámbitos antes mencionados.
De este modo, los centros educativos asumen otras funciones adicionales, adecuadas al papel que desarrollan en el ámbito educativo, pero que aportan acciones adicionales y ponen en valor aún más la aportación de la educación a la sociedad.
Teniendo como referencia la norma ISO26000, las organizaciones del sector educativo pueden conocer las directrices básicas para la puesta en marcha de la Responsabilidad Social y si, finalmente se lanzan a establecer un sistema de gestión, podrán aunar en un único sistema aspectos económicos, sociales, laborales y ambientales.
Seguir las directrices marcadas en la norma ISO-26000 reporta a las organizaciones del ámbito educativo los siguientes beneficios:
- mayor competitividad
- mejora de la reputación de la organización
- posicionamiento como organización capaz de atraer a nuevos trabajadores por sus condiciones laborales
- mejora del clima interno a través de la satisfacción laboral
- incremento de la capacidad de atracción de fondos
- percepción más positiva por parte de accionistas, propietarios o patrocinadores actuales
- mejor relación con sus diferentes stakeholders a través de un continuo diálogo con los mismos.
Con la implantación de la Responsabilidad Social, los centros educativos tienen en cuenta lo que sus principales grupos de interés (trabajadores, estudiantes, familias, administración educativa, empresas, etc.) tienen que aportar sobre su gestión.